viernes, 19 de diciembre de 2008

Suda el Uniforme de los Gigantes




Por Osman Pérez Méndez / operez@elnuevodia.com

PONCE - Bernie Williams vistió ayer en la tarde el uniforme de los Gigantes de Carolina y salió a practicar junto a los demás integrantes de la novena poco antes del comienzo del partido contra los Leones de Ponce en el estadio Francisco “Paquito” Montaner.

Aunque llevaba más de dos años sin jugar, el ex jardinero de los Yankees de Nueva York se mostró en buena condición y en su primer turno de práctica de bateo, al sexto envío sacó un largo batazo que se fue de jonrón por encima de la valla del jardín izquierdo, como evidencia del poderío que le caracterizó y lo convirtió en uno de los más peligrosos y oportunos bateadores de Grandes Ligas.

Más adelante se colocó a la zurda y envió otras seis pelotas más allá de los límites del terreno.

“Esos (jonrones) fueron solo de práctica”, dijo Williams sonriendo. “Ahora hay que ver cómo me recupero mañana. Estoy muy emocionado. Hacía tiempo que no jugaba aquí, desde el 96... ¡wao eso son 12 años!”, afirmó Williams.

El bateador ambidextro confirmó que en los pasados dos años no ha hecho “nada relacionado con el béisbol. He pasado mucho tiempo con mi familia, recuperando todo ese tiempo que por estar jugando no podía compartir con ellos. Y también como músico, he estado haciendo música instrumental, de jazz y con percusión afrocubana. Me va a ser difícil volver a la condición... son dos años fuera”, admitió Williams.

Su controversial salida de los Yankees parece haber dejado honda huella en Williams, quien podría decirse que prefirió evitar el tema de hablar sobre los Mulos.

“No tengo planes de volver al béisbol en los Estados Unidos”, exclamó categóricamente. “Mis planes inmediatos son jugar en Puerto Rico, y representarlo en el Clásico, que sería quizás mi última oportunidad”, dijo con evidente emoción.

“Prefiero ayudar a los Gigantes y disfrutar del béisbol invernal. Primero tengo que rebasar el obstáculo de ponerme en condición y poder jugar acá. Me sentí bien en la práctica. Corrí un poco, todavía no he jugado en los jardines. No puedo especular de cuando voy a jugar”, expresó Williams, quien será activado para el partido de esta noche en el que Ponce visita a los Gigantes.

“El pelotero que ves ahora, no es el mismo de hace dos años. Hay que ver cómo avanzo, si me preparo bien, sin apresurarme, sin lesiones. Creo que me podrán usar de la mejor forma posible que pueda ayudar al equipo”.

Por su parte, el dirigente de los Gigantes, José “Cheíto” Oquendo, le dio crédito a Williams.

“Bernie puede ayudar al equipo”, dijo sin vacilar Oquendo. “Lo importante es que tenga la condición necesaria. Nos va a ayudar. Nos da otro zurdo en la alineación, aunque el puede batear de ambos lados. Nos puede ayudar de emergente, y luego como bateador designado, nos daría un tercer zurdo”, afirmó Oquendo.

“El ánimo de todos está bien, todos están conscientes que tenemos que levantarnos. Así que espero que reaccionemos y echar para adelante”, dijo el dirigente. “Ahora tenemos unos juegos duros contra Ponce. También juegos importantes, y otros juegos cancelados contra Mayagüez, así que es una semana clave para mantenernos en la lucha”.

Entre los jugadores de Carolina, campeón defensor del torneo invernal boricua, había ánimo, pero se notaba la tensión de un equipo que necesita reecontrarse con una racha victoriosa cuanto antes. Williams podría ayudarles en ese objetivo.

“Me alegra mucho que esté jugando”, dijo el receptor Yadier Molina. “Es un honor compartir el equipo con él. Él es un caballo, pero todos tenemos que jugar como equipo. Él puede ayudar y estoy bien contento con la adquisición pero tenemos que salir a jugar fuerte e inteligente. Hay que ganar, nos queda otra opción”, dijo con tono de preocupación el estelar catcher de los Cardenales de San Luis.

Hacer el equipo de Puerto Rico para el Clásico es una de las metas de Williams, pero Williams reconoce sonriendo que “entrar al equipo será difícil. Hay muchos jugadores buenos acá. Voy a tener que meter mano bien duro. Pero sería un sueño hecho realidad. Ya cumplí 40 y para la próxima edición, ya con 44, no creo que esté jugando”.

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